Previsible. Así puede calificarse la destitución de Mike Fratello como entrenador de Memphis. En una liga tan profesionalizada como la NBA, cuando un equipo no carbura siempre se mira hacia el inquilino jefe del banquillo, y tras el peor inicio de temporada de la franquicia (6 victorias y 24 derrotas), será el interino Tony Barone quien asuma el mando.
Sin embargo, si tenemos en cuenta que la mayor parte de las derrotas de Memphis coinciden con la lesión de su estrella, Pau Gasol, no sólo habría que mirar hacia el banquillo para encontrar responsables de la debacle. Una visión generalizada nos dará cuenta de los problemas de los Grizzlies: la franquicia está en venta, y el mánager general, Jerry West, lleva un año flirteando con marcharse. Así las cosas, con Gasol Memphis era equipo de 'play-off'; sin él son el peor equipo de la NBA. Y sin Fratello, no parece que vaya a cambiar mucho el panorama'.
Barone, en principio, no pasa de ser un sustituto temporal, y buena parte del futuro del club pasa por reconstruir el vestuario... empezando por el banquillo.
Iverson ya manda en Denver
En el Oeste, pocos cambios. Mandan los de siempre (Utah, Phoenix, San Antonio), secundan los habituales (Dallas, Los Angeles Lakers) y soprende la rápida adaptación de Allen Iverson a los Denver Nuggets; eso sí, sigue sancionado medio equipo, entre ellos el 'crack', Carmelo Anthony.
En el Este, mandan Detroit, Washington y Orlando, seguidos de cerca por Chicago y los sorprendentes Toronto Raptors. Flirteando con el desastre tenemos a Philadelphia y los más jóvenes en competición, Charlotte.
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