20 noviembre, 2006

A RITMO DE JAZZ

Ni country tejano (San Antonio, Dallas) ni rap del Este (Detroit, Philadelphia) ni hip-hop del Oeste (Los Angeles). Tras la disputa de las diez primeras jornadas de la temporada 2006-07, la liga norteamericana se mueve a ritmo de jazz. De los Utah Jazz, concretamente.
El equipo de Jerry Sloan ha encontrado -por fin- la química necesaria para volverse competitivo y reclamar el puesto que por historia les pertenece en la parte noble de la clasificación, con 9 victorias y sólo una derrota. Con la vista puesta en los gloriosos equipos de los 80 y 90 (Stockton, Malone, Hornacek, Eaton,…), los renovados Jazz mandan en la NBA gracias, principalmente, al buen hacer de tres jugadores europeos, todos ellos titulares indiscutibles.
El superclase y All Star ruso Andrei Kirilenko ha vuelto por sus fueros tras la lesión de la pasada campaña, y lo ha hecho dominando los tableros con espectaculares tapones (casi tres por partido, en la imagen metiéndole un gorro a ¡Yao Ming!) y una desmedida ansia por demostrar que vuelve a ser el que era. Junto a él, el pívot turco Mehmet Okur se ha confirmado como uno de los más sólidos de la Conferencia Oeste con un trabajo discreto aunque muy serio cada noche (17 puntos y 8 rebotes de promedio no son moco de pavo). El tercero en discordia, el escolta croata Gordan Giricek, cumple con su rol de tirador aunque a fecha de hoy, para fortuna de su equipo, ya ha aprendido a defender.
Pero por encima de todos ellos, cada cual con su misión específica en la cancha, destaca un renacido Carlos Boozer, que tras dos temporadas absolutamente anodinas, con múltiples rumores de traspaso y un más que interesante mar de fondo con su esposa (recordemos que la capital del Estado, Salt Lake City, es la sede central de los mormones del mundo, y no abunda el ambiente festivo precisamente) se ha convertido en un espectacular ala-pívot que firma casi 21 puntos y 13 rebotes por actuación. Acalladas las críticas hacia su juego de las últimas temporadas, el Delta Center se ha rendido a sus pies y ya reclama su presencia en el próximo All Star.
Y no olvidemos que al mando de la nave, como una auténtica extensión del cerebro de Sloan sobre el parqué, se encuentra el base Deron Williams, que en su segunda campaña como profesional y con sólo 22 años está aportando 19 puntos y 9 asistencias por partido.
¿Aguantará la NBA el ritmo de Utah durante toda la Regular Season? ¿Aguantará Utah el ritmo que hoy les lleva a dominar la Liga? Mis temores apuntan al banquillo, corto y plagado de ‘sospechosos habituales’ como Jarron Collins, Dee Brown o el brasileño Rafael ‘Baby’ Araujo; si las lesiones respetan al quinteto titular, no albergo ninguna duda de que lucharán en los play-off de la durísima Conferencia Oeste, y a partir de ahí, soñar es fácil…

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