Como afirmó mi admirado y absolutamente genial Groucho Marx, "la ópera no acaba hasta que no canta la gorda". Aplicándose la frase a la actual temporada de la NBA, parecía que el libreto musical/baloncestístico 2007/08 ofreció una obertura grandiosa -y muy difícil de superar- con el fichaje/escena en dos actos de Kevin Garnett y Ray Allen por los Celtics el pasado verano, seguido hace unos días de un clímax escénico protagonizado por el sorprendente traspaso de Pau Gasol a los Lakers. Pero, a apenas unos días para la celebración del All Star y el inevitable cierre de la época de intercambios y fichajes de última hora, los Suns dieron un nuevo golpe al mercado fichando a Shaquille O'Neal y enviando al inestable y veleidoso Shawn Marion a los Heat. Ello implica que el brillante Amaré Stoudemire jugará por vez primera de 'cuatro' con un 'cinco' de garantías a su lado, pero renunciando por completo a la filosofía de juego que les ha llevado a ser uno de los mejores equipos de las tres últimas campañas (velocidad y cien tiros por partido). Con este nuevo libreto de cara a la segunda mitad de la temporada, me pregunto: ¿cantará finalmente la gorda? Es más, ¿cantará lo suficientemente alto como para enfundarse un quinto anillo con otro equipo diferente?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Muy bueno el símil operístico, nachete, porque con shaquille de por medio...
NO PESAN LOS AÑOS, PESAN LOS KILOS!!!
juas, juas, juas
¿A Shaq no lo comparas con Rebraca y Potapenko? jijijijiji
Little
No cantará la gorda, ha reconocido que está en muy mal estado físico y anímico, y esta será una de esas promesas que no cumplirá, por lo menos como protagonista en esta ópera.
Publicar un comentario