MORAGUES&ORENGO: LA CUESTION POLITICA

Imbuidos en plena refriega/batalla/debate/ lucha fratricida por la sucesión de Joan Ignasi Pla al frente del PSPV-PSOE después del postrero -y van...- batacazo electoral autonómico, en Blanquerías apenas se han enterado de las últimas andanzas del múltiples veces condenado por la Justicia pseudoempresario Bernardo J. Moragues Argudo. Y digo apenas porque me han llegado filtraciones acerca de que algunos militantes de provecho de La Safor sí se han dirigido a sus responsables comarcales para cuestionarles si es cierto que se ha otorgado dinero público a un estafador como el que nos ocupa con el fin de lanzar el supuesto semanario 'Noticias 7 días' en Gandía bajo los auspicios del alcalde, José Manuel Orengo. La callada por respuesta ha sido la tónica habitual ante estos inquietos militantes socialistas; eso, o múltiples divagaciones sobre la utilidad de invertir en medios de comunicación locales de cara a unas Elecciones Municipales. Ahora que si el dinero presuntamente otorgado por Orengo para financiar el invento/pufo mediático ha salido de las cuentas del PSPV es una cosa, pero si ha salido de las arcas del ayuntamiento de Gandía es otra muy distinta, puesto que el extenso currículum de Moragues ante la Justicia valenciana (estafa, falsificación de documentos, despidos improcedentes, agresión,...) es de conocimiento público y estaríamos hablando de un más que cuestionable trato de favor desde la Administración. Los que llevamos años luchando para que acaben las andanzas del obeso pseudoempresario pegolino nos congratulamos en su día de lograr que tuviera que abandonar por la vía rápida el 'cap i casal', Valencia, debido a que sus pufos ya habían trascendido incluso a nivel institucional (Generalitat, Diputación, Ayuntamiento,...), pero seguimos sin entender cómo aún hay dirigentes municipales que continúan confiando en semejante personaje e incluso colaboran económicamente con él en sus mangarrufas mediáticas. Tal y como está el patio, ni Moragues podía aspirar a más, ni Gandía (Orengo) a menos. Qué triste.