CALOR Y CALMA CHICHA

Mientras Rubén Quintana se debate entre la vida y la muerte y Johnny Rogers se muestra prudente pero muy pagado de la plantilla del Pamesa Valencia 2007-08, va transcurriendo el verano con el acostumbrado y sofocante calor mediterráneo. Que no, que no es que esté frivolizando; es que el mercado informativo baloncestístico estival está siendo de lo más aburrido tanto acá (Europa) como allá (NBA). Salvando unos pocos movimientos en la liga norteamericana conocidos desde hace casi un mes (Allen, Randolph, Lewis) y la supuesta marcha de Juan Carlos Navarro al otro lado del Atlántico (culebrón que se está estirando ya demasiado), quizá lo más destacable que llevemos en la mochila a finales de julio sea la retirada de Roberto Dueñas y Nacho Azofra y el excelente papel del valenciano Víctor Claver en una postemporada en el que el chaval ha tenido cuartos de final de ACB, Reebok Eurocamp, Campeonato del Mundo con la Selección sub19 y ahora invitado en la Selección Senior en el preparatorio del Campeonato de Europa del próximo mes de septiembre. El de Maristas está sudando por todos, aunque yo tampoco puedo quejarme en esto de los calores veraniegos (¿por qué todavía nadie se ha planteado otorgarle el Premio Nobel al que inventó el aire acondicionado?). Si exceptuamos estos flashes para el recuerdo, el verano está siendo de lo más aburrido. Como dicen los marinos, calma chicha, que son esos días sin viento y con el reflejo de un deslumbrante Sol sobre la superficie del mar (sumad una brutal humedad y el correspondiente bochorno de casi 40 grados de temperatura), el llamado 'efecto balsa de aceite'... y suele ser preludio de tormenta. ¿Es acaso la calma que precede a la tempestad? ¿Será el Eurobasket la madre de todos los torneos? ¿Nos veremos otra vez con Grecia en la Final? ¿O será Francia la gran sorpresa del campeonato? Antes de despedir el agobiante mes de julio, dejo mi advertencia: mucho ojito con los gabachos.