Hoy no toca hablar de deporte. Desgraciadamente, la situación que vive la profesión periodística en Valencia empieza a tomar tintes dramáticos, y hoy voy a centrarme en ello. Uno, que empieza a tener el culo pelado después de casi veinte años de ejercicio en esta bendita ciudad con todo tipo de contratos y dispares y hasta surrealistas -por no decir psicodélicas- situaciones laborales y empresariales, se sorprende de que ahora se echen las manos a la cabeza la mayoría de periodistas valencianos por a) "lo mal que está la cosa", b) la "cantidad de compañeros que se está quedando en la calle" o el clásico y tremendamente cínico c) "¿te has enterado de lo de X?", básicamente porque:
a) te informo que la cosa lleva mal muchos años en Valencia (una década), no sólo éste, y si no baste recordar los 'caídos' en Mini Diario, Express, Valéncia Hui, Metro, Diario de Valencia, Radio Color, Pueblo, Qué!, Localia, etcétera;
b) hablas de los compañeros que se están quedando en la calle porque empiezas a ver caer a colegas del medio en que trabajas (Provincias, Levante, Superdeporte...) y en realidad temes por tu puesto de trabajo; y
c) no presumas de información privilegiada que atañe a compañeros porque posiblemente ya me he enterado de lo de X porque X es amigo mío desde hace años.
Así las cosas, me pongo a contar y me sale más de una cincuentena de profesionales del periodismo y afines (comerciales, maquetadores, administrativos...) que se ha quedado sin trabajo en los últimos dos/tres meses; eso sin contar la cantidad de empresas e instituciones que de un día para otro ha decidido prescindir de sus gabinetes de prensa para contratar servicios externos de agencia más baratos o, directamente, dejar de disponer de ese servicio, con lo que la cifra rozaría el centenar fácilmente. Si a ello sumamos el elevado índice de intrusismo -los que piensan que juntar letras es lo mismo que escribir- y la proliferación de becarios/esclavos en esta época estival, se entenderá un poco mejor el drama desde fuera.
Desde dentro es otra cosa, compañero. Desde dentro, el drama es que 'compañeros' como tú no se hayan dado cuenta de lo mal que estaba la cosa hasta que has visto caer a los tuyos. El drama es que como tú firmas cada día en papel prensa o rotulan tu nombre en TV te han importado hasta ahora una higa los infógrafos, los fotógrafos o los comerciales, y menos aún si eran de otros medios de comunicación. Ese es el verdadero drama de la prensa valenciana, porque aquí, compañeros de verdad, pocos; de hecho, cada vez menos o los justos. El nivel de prepotencia de unos amenaza seriamente con desbancar la estupidez, la incapacidad o la negligencia de otros, aunque puede llegarse al absurdo de aúnar en un mismo cuerpo varias o todas estas aptitudes. Yo, que me precio de tener amigos -no compañeros- en casi todos los medios de comunicación valencianos, me sorprendo doblemente cuando, además, el pseudosindicato autóctono de la prensa sólo sale a la palestra a defender a los trabajadores de medios públicos, qué curioso. Y triplemente cuando nuestros políticos llevan paralizando por sistema un Colegio Oficial de Periodistas desde tiempos de Joan Lerma. Aunque, si os digo la verdad, no sé de qué me sorprendo: tenemos lo que nos merecemos. Los periodistas y todos los demás. Menudo drama.