02 octubre, 2006

CHICAGO: ADIOS A LOS 'BABY-BULLS'


Prepárense los aficionados de los Chicago Bulls -que aún quedan, mirando de reojo los 90-, puesto que la versión que veremos el año que viene no tiene nada que ver con la descafeinada (aunque con el premio de los play-off) de los últimos años.
Se acabaron los ‘baby bulls’, apodo con que se bautizó a la generación posterior a Michael Jordan por su juventud, y que sistemáticamente, año tras año, fue una franquicia perdedora tras la retirada del genio. Primero, porque los bebés han crecido y ahora escoltas como Ben Gordon, aleros como Luol Deng y, sobre todo, bases como Kirk Hinrich y Chris Duhon han dado un paso adelante y reclaman su parte del liderazgo. Andrés Nocioni, por su parte, sigue siendo el alero todoterreno que igual mete 25 puntos que captura 14 rebotes, pero su irregularidad cederá la titularidad a Deng, como en la pasada temporada.
Pero los ‘baby bulls’ murieron hace unos meses, durante el pasado verano, con el aterrizaje en la Ciudad del Viento de dos veteranos con más de diez temporadas en la NBA a sus espaldas: P. J. Brown y Ben Wallace.
Brown, que cumplirá 37 años el próximo 14 de octubre, es un pívot de 2’11 con un promedio de 9’4 puntos y 8 rebotes en sus trece temporadas vividas en un periplo que le ha llevado de New Jersey a Chicago, pasando por Miami, Charlotte y New Orleans. Jugador de equipo, aporta básicamente defensa, pero para anotar en Chicago ya están otros. Será suplente, ya que la estrella del verano no fue otro que Ben Wallace, el Mejor Defensor de la NBA en cuatro de las últimas cinco temporadas y cuatro veces All Star con Detroit Pistons. Otro que no anota, pero que se harta de defender; sus promedios así lo afirman en diez temporadas: 6´6 puntos, 10’7 rebotes y 2’2 tapones. Y con una altura de sólo 2’06 oficiales (yo le daría 2’05 pelados). Con 32 años llega a los Bulls como el ‘crack’ que debe aportar un salto de calidad que permita, al menos, pasar de la primera ronda de play-offs y optar al título quizá en un par de años.
No me atrevo a aventurar el impacto de Adrian Griffin o Victor Khryapa, fruto de los múltiples traspasos del verano, ya que su rol será secundario. Y más oscuro se plantea el futuro del la perla lituana de 2’18 Martynas Andriuskevicius (al que algunos llaman el ‘nuevo Ilgauskas’ y al que se ve muy, muy verde), que circulará por las profundidades de un escaso banquillo que completan Malik Allen, Michael Sweetney y los rookies Thabo Sefolosha y Tyrus Thomas.
No busquen ningún Jordan o Pippen, que no los hay. Muertos los ‘baby bulls’, ahora hay obreros del parqué, especializados, eficientes y con una interesante combinación de veteranía y juventud que deberá domar Scott Skiles. La papeleta es interesante, ya que es la primera vez que tiene un equipo con posibilidades de hacer un buen papel en la liga regular y -¿por qué no?- en los play-offs. Y además se especula acerca del retorno de la Pantera Rosa de Split, Toni Kukoc, en una última temporada de despedida, a modo de talismán vivo de la ‘era Jordan’.
Alégrense, seguidores de los Bulls, los malos tiempos se han acabado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mu bueno, tío, VUELVEN LOS BULLS, y algunos aún creemos en ellos, no en niñatos como Kobe o Lebron.
E-QUI-PO
CHI-CA-GO

Incensurable dijo...

Este año es el de Chicago... lástima que hayan regalado a Chandler. Nos oímos el sábado, saludos.

Anónimo dijo...

Mirad ahora la clasificacion ¿como van los bulls? se ve que wallace no esta contento, por algo sera... esa franquicia no volvera a ser nadie si no tienen en su filas a jugadores tipo lebron, kobe, wade...