04 septiembre, 2009

WILLIAMS VUELVE A LO JERRY MCGUIRE

El todavía base del Valencia Basket Shammond Williams vuelve el próximo lunes a la capital del Turia empuñando la navaja faltriquera y dispuesto a cobrar hasta el último euro de su contrato para la próxima temporada, que ronda por arriba el millón de euros. En la mejor tradición del nefasto Tom Cruise en 'Jerry McGuire', el georgiano nacido en el Bronx piensa plantarse ante Vicente Solá y cantarle en toda la jeta aquello de "show me the money!", amparándose en la sibilina sombra de su agente, a la sazón el ínclito Quique Villalobos. Y lo hará con la razón legal que le otorga el sobrevalorado contrato que en su día le ofreció la directiva 'taronja' de Manuel Llorente hasta la temporada 2009/10 aunque luego el club se haya acogido al famoso decreto 1.006 para rescindirlo unilateralmente; tras ello se le ha llegado a ofrecer hasta medio millón de euros para que hiciera las maletas, a pesar de la delicada situación económica del Valencia Basket -cosa que Ermal Kuqo no dudó en comprender y aceptar caballerosamente-, pero Williams no da su brazo a torcer. Y si el lunes no hay algún tipo de conciliación entre las partes (traducción: que Solá "enseñe la pasta"), la cosa llegará a los juzgados. Como quiera que se resuelva, sinceramente, me importa poco, pues cualquier cantidad que se le abone a este chupón/jugón me parecerá excesiva aunque legalmente se la merezca. ¿Recuerdan la mítica y retórica cuestión del genio Andrés Montes? Sí, hombre, ésa de "¿por qué todos los jugones sonríen igual?". La respuesta es fácil: porque cobran una leña cada año... jueguen bien o mal o quedándose en un banquillo o una grada. Y si además se trata de un yankee ex-NBA venido a menos que vendió su nacionalidad para europeizarse gracias a la Federación Georgiana de Baloncesto y así elevar su caché en el Viejo Continente... pues peor, por muy primo -lejano- que sea de mi querido Kevin Garnett. Esperemos que éste sea el último atraco que un jugador (Paraíso, Dikoudis, Montecchia, Dikoudis, Douglas, Dikoudis, Rebraca...) pegue por estos lares, aunque pintan bastos para el club valenciano en el plano económico después de un verano en el que Neven Spahija ha tomado mando en plaza, Fuenlabrada y Saúl Blanco -no Unicaja, que nadie se engañe- te han chuleado vilmente y has incorporado hasta seis jugadores a la plantilla. A primera vista, faltan patrocinadores aunque la nueva filosofía financiera sea de contención absoluta; si rascamos un poco más, persiste uno de los males endémicos del club valenciano a nivel deportivo: sigue faltando un hombre interior de relevo por mucho que Claver apoye ese puesto circunstancialmente, ya que Iván García es el típico larguirucho con tirria a la pintura y predisposición natural a jugar por fuera, pero analizaré la plantilla en otra ocasión. Decía que espero sea el último atraco que le pegan al Valencia Basket, pero también espero que sea -en general- el último atraco de Shammond Williams en su dilatada carrera, un jugador cuyo epitafio podría perfectamente rezar: "Sólo su ego superó a su calidad". Eso sí, ante todo, un auténtico profesional: especialmente a la hora de cobrar. Puestos a pagarle un pastizal, yo le obligaba a cumplir íntegro su contrato -para que Villalobos se lleve su ansiado porcentaje- y le hacía entrenar aparte todos los días para luego mandarle a la grada el día del partido. Pero no a la VIP, sino con los aficionados que en parte pagan su sueldo.

2 comentarios:

PAM dijo...

Es normal que pida lo que en su día le firmaron. Lo que no es normal es que durante años Valencia haya sido el paraíso fiscal de muchos cobrando barbaridades con resultados más que discretos.

drazgon dijo...

De acuerdo con PAM.
Al Valencia basket le han tomado demasiado el pelo durante algunos años.
Shammond está en su "obligación" de pedir lo que se firmó.
O acaso hay alguien en el baloncesto moderno que "sienta" los colores??