M&M's (MOORE&MARBURY) PARA BOSTON

Dicen que a nadie le amarga un dulce a menos que sea diabético. Y dado que la fórmula de contratar veteranos al final de su carrera para darles la posibilidad de ganar un título de la NBA ya cuajó positivamente la pasada campaña (P.J. Brown, Sam Cassell), en la presente Boston se ha hecho en el mercado de agentes libres con un interesante paquete de M&M's que, a priori, sirven para reforzar el banquillo de Massachussets. La primera 'M' del paquete es el fichaje oficial -hoy- del pívot Mikki Moore tras las preceptivas 48 horas que debían pasar tras su despido pactado de Sacramento, que no hace sino reforzar el escasamente dotado de kilos y centímetros juego interior de los de 'Doc' Rivers, ya que ni es alero (como han publicado el 90% de los medios 'tradicionales' españoles) ni llega para suplir a Kevin Garnett (leído en Marca) pues éste estará OK en apenas un par de semanas; se trata de un siete pies (2'13) de 33 añazos que llega para lo que llega: máximo 15 minutos por partido aportando intensidad defensiva y rebote, básicamente. La otra 'M' del paquete se hará oficial el próximo viernes aunque ya os la adelanté hace un mes: Stephon Marbury vestirá de verde lo que resta de temporada a menos que un cataclismo (Miami) suceda en las próximas 24 horas. El base/escolta de 32 años ha conseguido lo obvio: que un juez estime su demanda contra los Knicks y reconozca su derecho a cobrar lo que estipula su contrato (21 millones $) y rescindir además su vinculación con New York, posibilitando su salida al mercado. Dos fuentes solventes afirman que cobrará 1'3 millones $ por jugar esta campaña con los Celtics, es decir, casi gratis para Danny Ainge. De entrada no me parecen malos fichajes, aunque se trate de perfectos M&M's por fuera (redondos pues cubren posiciones necesitadas de relevo, brillantes pues ambos tienen al menos 10 años de experiencia, coloridos pues eran piezas codiciadas por el mercado...) y aún no conozcamos su verdado sabor por dentro. ¿Llevarán chocolate del bueno, del que conduce a un -otro- anillo de Campeón de la NBA? ¿O será un chocolate revenido, terroso y con una fina capa de moho? Por mí, teniendo al 'Big Four' -Rondo ya es un auténtico 'crack'-, mientras Moore&Marbury se derritan en la boca y no en la mano... me valen.