27-2: BOSTON ARRASA A RITMO DE RECORDS

Hace apenas unos minutos que mis bienamados Boston Celtics han batido dos legendarios récords tras la incuestionable victoria ante Philadelphia 76ers (91-110). Por una parte se han convertido en el equipo con el mejor arranque de la historia de la NBA al plantarse en Navidad con 27 triunfos y únicamente dos derrotas, superando la marca de 26-2 de los Sixers de la campaña 1966-67 y los New York Knicks de la 1969-70... que curiosamente acabaron ganando esos campeonatos. Por otra, los de Glenn 'Doc' Rivers han logrado batir otro récord histórico, el establecido por la mítica plantilla de la temporada 1981-82 (Bird, McHale, Parish...) con 18 victorias consecutivas, aunque en aquella ocasión no se pudo llegar al ansiado anillo. Se trata de cifras que impresionan no sólo en el ámbito del baloncesto profesional estadounidense, sino en el del deporte internacional en general. Es una muestra tal de superioridad que asusta pensar en lo que deben sentir sus rivales cuando ven aparecer a los Celtics saliendo del vestuario. Da igual que ya ganaran el pasado campeonato; quieren más. Da igual que se fuera James Posey y que jóvenes como Glen Davis o Leon Powe -inmenso anoche- sigan un poco verdes; quieren un segundo anillo. Son sabedores de que oportunidades como ésta (repeat) se presentan pocas y lo quieren aprovechar. ¿Euforia? No, simple estadística. La progresión del ya histórico y potencialmente ampliable 27-2 apuntaría a un balance aproximado y utópicamente aterrador de 77-5 al final de la Regular Season, batiendo otro registro hasta ahora impensable para el aficionado medio a la NBA: el 72-10 de los Bulls de Michael Jordan en la temporada 1995-96. ¿Es pronto para empezar a pensar en ello? En mi opinión, sí. El partido del Día de Navidad en el Staples Center será un buen termómetro para medir la verdadera temperatura de ebullición de Boston en la presente campaña. Hasta entonces, Felices Fiestas a tod@s.