SIN DUDA, LA MEJOR FOTO DE LA ENTREGA DE ANILLOS A LOS CAMPEONES DE 2008 (dedicada con cariño a Aitor Pilán)
Luka Doncic regresa a lo grande ante los Grizzlies
Hace 5 horas
BIENVENIDOS. ESTE ES UN ESPACIO DE REFLEXION EN EL QUE TODOS ESTAIS INVITADOS A PARTICIPAR. AL MARGEN DE INTERESES E INFLUENCIAS AVANZA LA LIBERTAD DE EXPRESION DEL INDIVIDUO Y, POR ENCIMA DE TODO, EL DERECHO A DISENTIR DE LAS VERSIONES OFICIALES.
Así comienza la novela 'La Guerra de los Mundos', de H. G. Wells, y así inició hace hoy 70 años (1938) el mayor escándalo radiofónico de la historia un jovencísimo Orson Welles. Contaba el pollo con apenas 23 primaveras cuando, junto con su compañía de teatro, escenificó de modo extraordinario a través de las ondas de la CBS el relato de una supuesta invasión marciana en una aldea próxima a New Jersey. Mediante la emisión de falsos boletines repletos de efectos especiales interrumpiendo un supuesto programa musical con un guión teatralizado que adaptaba la novela, el que era considerado como un 'becario' o 'recién llegado' por los prebostes de la radio neoyorquina consiguió alarmar a millones de personas y que decenas de miles de ellas sucumbieran al pánico y abandonaran sus casas o se refugiaran armadas en sus sótanos, además de colapsar durante horas las centralitas de las comisarías, hospitales y redacciones de periódicos de New York y New Jersey. Fue la primera gran demostración mundial del poder real de los medios de comunicación de masas. Y eso que se avisó al radioyente antes de comenzar la emisión y en el minuto 40 de la misma que se trataba de una adaptación teatral radiofónica.
Entrar a hablar de la vida y obra del genio multifacético Orson Welles (actor, director, guionista, productor, enamorado de España... sus cenizas reposan en Ronda) en este post me parece abusivo para los que lo leen, simplemente me apetecía homenajearlo en un día histórico para la radio como el de hoy. Dos detalles antes de acabar. Tras lo de los marcianos, contrató una ambulancia con potentes sirenas para sus desplazamientos por New York "para no perder tiempo por culpa del tráfico". Además, dos frases suyas me provocan tremendamente: "Lo peor es cuando has terminado un capítulo y la máquina de escribir no aplaude" y "Muchas personas están demasiado educadas para hablar con la boca llena, pero no les preocupa hacerlo con la cabeza hueca".
En apenas unas horas comenzará la temporada 2008-2009 de la NBA, una campaña más marcada por los traspasos del verano, los 'rajes' habituales, las promesas de espectáculo a raudales y... esta vez con unos flamantes vigentes campeones en forma de vieja gloria reverdecida (nunca mejor dicho): Boston Celtics. Recuerdo que la pasada campaña, cuando Ainge y Rivers juntaron al 'Big Three' y muchos -como Stern- nos frotamos las manos ante lo que se avecinaba, leí barbaridades como que sería imposible manejar esos egos en un mismo vestuario, que si eran demasiado viejos para la actual competición, que si dónde iban los C's fichando a Cassell... gilipolleces varias, vamos. Lo cierto es que conforme avanzó la temporada y fueron batiendo récords propios, de División, de Conferencia, etcétera, se les colgó la etiqueta de favoritos... sin saber que ellos ya se sentían así desde pretemporada. En postemporada sufrieron -como debe ser- para llegar a la Final y en ella estuvieron muy, muy cómodos ante el eterno rival, Los Angeles Lakers. Hoy se inicia una nueva campaña en la que todos los equipos tienen en mente un objetivo a batir: Boston. Esta vez sin Posey, pero con una recua de 'rookies' con ganas de morder (Giddens&Walker), un Rondo dispuesto a consolidarse estadísticamente entre los mejores bases de la Liga, más experiencia en los novatos del año pasado (Davis&Pruitt), un renovado Tony Allen -ojalá le aguante el físico-, Perkins, Powe, O'Bryant, el genial Scalabrine y, por supuesto, el 'Big Three'. Y están en el punto de mira del resto de candidatos al título de la NBA. Por si cuando se abra el telón a alguien no le queda claro quién es el campeón dispuesto a revalidar su título, una ayudita en la oscuridad: Sigan la linterna verde.
21/10/2008. Habrá que apuntar esta fecha en el calendario anual del baloncesto, ya que a partir de hoy no sólo celebraremos el cumpleaños de Ricky Rubio, sino que además podremos/deberemos conmemorar la retirada de Elmer Bennett, en mi opinión el mejor extranjero -por currículum- que ha tenido en su historia la ACB. Del primero, que hoy se convierte en adulto a efectos legales, se ha dicho mucho y se espera aún más; del segundo creo que no se ha dicho lo suficiente a tenor de que debería ser tomado como ejemplo en las escuelas y canteras del baloncesto patrio. En ambos, bases puros aunque puedan jugar de '2', destaca la calidad, la visión, la rapidez, el pase, el tiro, la defensa... y la ausencia de errores graves en sus decisiones, ya que su mentalidad de que esto es un juego de equipo les permite acertar la mayoría de las veces que hacen algo sobre una cancha. Hoy Elmer deja un hueco imposible de llenar, pues hizo historia allá donde estuvo (TAU, Real Madrid, Joventut...); Ricky, en cambio, acumula palmarés y espera paciente a reclamar el puesto que en teoría le corresponde en la mejor liga del mundo, la NBA. Hoy, en una misma fecha, se funden pasado y presente mirando al mañana del único modo que se puede hacer: jugando al baloncesto.
Como en la fenecida -y casi inédita a nivel mundial- Expo de Zaragoza, "llegará la tormenta, llegará" y más pronto o más tarde arrasará Dallas dejando a los Mavericks y a su esquizofrénico y multimillonario dueño, Mark Cuban, con el culo al aire ante los aficionados al buen baloncesto. El vendaval inicial que supuso que los jugadores se cargaran al despótico Avery 'Li'l General' Johnson como entrenador jefe se convirtió en huracán con el anuncio del nombramiento del otrora sublime Rick Carlisle en su comprometido puesto. Pero es que ahora el cisco climático amenaza con ser mayor pues han nombrado a Paul Westphal -echado del cuerpo técnico por Carlisle y de dudosísimo gusto como entrenador asistente- como vicepresidente ejecutivo y responsable de operaciones deportivas. Resumiendo, que Cuban ha dado la llave de los fichajes y del
Primer partido de la ACB 2008-09 para el renovado -cinco incorporaciones- Pamesa Valencia y primera victoria (72-82) fuera de casa y ante el largamente esperado y recién ascendido CAI Zaragoza. Sin entrar a analizar lo ocurrido, baste decir que las individualidades de dos genios sirvieron para ganar. Claver -genio aunque en ciernes como estrella- hizo el partido casi perfecto -le siguen pitando faltas 'de rookie'- para remontar en el momento adecuado. Williams -genio en el ocaso de su fulgor como estrella- tiró de repertorio en solitario para apuntillar desde el 6'25 al enemigo. ¿Juego colectivo? Cero patatero (ocasionalmente en defensa), y la muestra son unas paupérrimas 6 asistencias en 40 minutos, amén de los 14 balones perdidos. Partido malo donde lo mejor, sin duda, fue el resultado final, y quien diga/afirme/escriba lo contrario miente. A todo esto, ¿qué pasa con Perovic? Como predije a los íntimos, no fue titular para Katsikaris; además, tampoco fue el determinante pívot que todos esperan: sólo jugó 3 minutos. ¿Se lesionó el jugador? ¿O se olvidó el entrenador de la 'perla' serbocroata? Y, aunque la decisión -si la hubo- fuera parcialmente acertada -se ganó por velocidad, y ahí Perovic poco puede aportar- ¿cómo habrá sentado en los despachos? Bienvenidos a la ACB 2008-09. Esto no ha hecho más que comenzar.