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El dominio del rebote fue abrumador, y cimentó la victoria del equipo valenciano. Por desgracia, no hubo mucha gente 'de la terra' viendo el triunfo en semifinales; ni en la grada (un 10 a la concejal del PSPV Mercedes Cabrera), ni en nuestra televisión pública (normal, si no se promociona el directo y la unica conexión con Moscú es telefónica y con Josep Carbonell...). Mañana habrá más, seguro. Primero, porque juegan contra el anfitrión, el Spartak; y segundo, porque como ganen habrá muchos que quieran salir en la foto (de hecho, a la hora de escribir estas líneas hay varios cargos menores del PP en vuelo a Moscú, nada de president o consellers, evidentemente). Y luego dicen que apoyan al deporte femenino... sí, pero sólo cuando hay posibilidades de salir en los medios de comunicación al lado de un trofeo.
Es buen momento para incidir en que, de ganar el Ros Casares la Euroliga de Baloncesto, sería uno de los mayores hitos de la historia del deporte valenciano (sin distinción de sexos), superando las finales -dos, perdidas- de Champions del Valencia C.F., a tenor de la trascendencia del trofeo y de que el baloncesto es el segundo 'deporte mayoritario' en nuestra Comunidad y España. Veremos cómo se portan Canal 9 y TVE al respecto. El club, por si acaso, instalará pantallas gigantes para poder verlo en compañía de los escasos habituales en la Fuente de San Luis. Lo que Ros Casares aún no ha hecho, a hora de hoy (13:06 del sábado) es actualizar su página web, y esos detalles hay que cuidarlos para informar a los aficionados mejor que los medios de comunicación públicos.