Como afirmó mi admirado y absolutamente genial Groucho Marx, "la ópera no acaba hasta que no canta la gorda". Aplicándose la frase a la actual temporada de la NBA, parecía que el libreto musical/baloncestístico 2007/08 ofreció una obertura grandiosa -y muy difícil de superar- con el fichaje/escena en dos actos de Kevin Garnett y Ray Allen por los Celtics el pasado verano, seguido hace unos días de un clímax escénico protagonizado por el sorprendente traspaso de Pau Gasol a los Lakers. Pero, a apenas unos días para la celebración del All Star y el inevitable cierre de la época de intercambios y fichajes de última hora, los Suns dieron un nuevo golpe al mercado fichando a Shaquille O'Neal y enviando al inestable y veleidoso Shawn Marion a los Heat. Ello implica que el brillante Amaré Stoudemire jugará por vez primera de 'cuatro' con un 'cinco' de garantías a su lado, pero renunciando por completo a la filosofía de juego que les ha llevado a ser uno de los mejores equipos de las tres últimas campañas (velocidad y cien tiros por partido). Con este nuevo libreto de cara a la segunda mitad de la temporada, me pregunto: ¿cantará finalmente la gorda? Es más, ¿cantará lo suficientemente alto como para enfundarse un quinto anillo con otro equipo diferente?
Doug Christie iguala un récord de los Kings de 1949
Hace 14 horas
3 comentarios:
Muy bueno el símil operístico, nachete, porque con shaquille de por medio...
NO PESAN LOS AÑOS, PESAN LOS KILOS!!!
juas, juas, juas
¿A Shaq no lo comparas con Rebraca y Potapenko? jijijijiji
Little
No cantará la gorda, ha reconocido que está en muy mal estado físico y anímico, y esta será una de esas promesas que no cumplirá, por lo menos como protagonista en esta ópera.
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