Lo avisaron en la Cadena SER los amigos de Rebollo, Orient afirma que se pegaron a rueda de lo que publicó Superdeporte, lo dice Jaime Martínez Lafargue en Solobasket, Pilán lo posteó ayer en su blog y lo publicó en el As y es, a todas luces, un rumor que se grita en los alrededores de la Fonteta (cerca de la cual vivo): Zeljko Rebraca está ya con un pie fuera del Pamesa después del 'numerito' del desmayo que extrañó a muchos durante el partido del pasado viernes contra el Granada. Lo que primero fue una bajada de tensión (Candel dixit) se atribuyó luego a una posible gastroenteritis (Katsikaris), y ahora al pívot serbio resulta que no le dejan ni entrenar porque no se descarta ninguna patología (de nuevo Candel) y se teme que pudieran reproducirse sus conocidos problemas de corazón. Menos mal que, en su momento, el club incluyó en el contrato de Rebraca una cláusula de rescisión en el caso de que se reprodujera su cardiopatía. Menos mal. Por primera vez en muchos años -y sin que sirva de precedente- he de aplaudir esta gestión de despachos en el Pamesa Valencia. Sólo añadiré una cosa más: ya tardan en enseñarle la puerta al ex-NBA.
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