29 mayo, 2010

NI WADE, NI LEBRON, NI SUPERMAN PUEDEN CON LOS ARROGANTES VERDES


La pasada noche, Boston Celtics se clasificó por derecho propio para disputar la Final de la NBA tras derrotar a Orlando Magic y proclamarse Campeón de la Conferencia Este. Con menos esfuerzo del previsto -a diferencia de 2008- el cuarto mejor equipo de la conferencia 'pobre' se ha cargado de un plumazo a los equipos de estrellitas emergentes como Dwayne Wade (Miami), Lebron James (Cleveland) y Dwight Howard (Orlando), dejándoles con cara de tontos y demostrando -una vez más- que la defensa en bloque, el esfuerzo colectivo y la experiencia conjunta son claves a la hora de luchar por el anillo de campeón. Tener un 'Big Three' compuesto por Garnett, Pierce y Allen ayuda, pero sin la explosión de juego de secundarios de lujo como Rondo en los dos últimos años o la importante aportación de Robinson, Wallace o Davis desde el banquillo en la presente temporada, hablar hoy de un nuevo título de conferencia se me antojaría bastante difícil. Boston vuelve de nuevo a su territorio natural, las series finales de la NBA, donde históricamente se ha manejado como pez en el agua (21 comparecencias, 17 títulos), contra pronóstico y con factor cancha en contra sea quien sea el rival (Lakers o Suns). La plantilla se conjuró hace unos meses para brindarles ese 'last dance' (último baile) al Big Three y repetir el título conseguido hace dos campañas; de momento ya son finalistas y dispondrán de -al menos- un día más de descanso que sus rivales para recuperarse físicamente. ¿Serán Nash&Stoudemire o Bryant&Gasol? Da igual, en una temporada en la que nadie daba un duro por los arrogantes verdes en el Este -gracias al marketing y a la difícilmente justificable 'Lebronmanía'-, el rival es lo de menos, pues sobra motivación ante la magnitud de la recompensa a conseguir. El clásico ante el archienemigo histórico -sí, esos de amarillo y morado de L.A.- estaría bien, pero si hay justicia en el mundo, Steve Nash merece una Final NBA, no sólo por ser el mejor base de la liga sino además por su currículum y la cantidad de lesiones que ha padecido para llegar a donde está. Ojalá, aunque creo que no será de ese modo, así que, mis bienamados verdes... 'BEAT L.A.!'.

23 mayo, 2010

LOS APANDADORES TOMAN LA ACB

Tras el primer partido de Play Off entre Power Electronics Valencia y Unicaja Málaga estuve a punto de publicar un post que iba a titular 'Los Apandadores toman la Fonteta', pero mi ya clásica prudencia y el largo tiempo sin dirigirme a vosotros lo dejaron aparcado en forma de borrador. Pero hoy, tras ver la eliminación de los valencianos en Cuartos de Final a manos de un equipo ramplón y muy justito físicamente -eso sí, dirigido por Aíto García Reneses- gracias a una actuación arbitral claramente persecutoria, tengo claro ya quién manda en la ACB. Ingenuo de mí, pensé que lo de hace dos días en la capital del Túria había sido algo puntual de un trío peculiar (Amorós, García González y Sánchez Monserrat) con problemas de visión y de criterio; pero, tras repasar la actuación de esta mañana en Málaga de Arteaga, Redondo y Martínez Díez, que no han tenido problema en señalarle tan sólo 18 faltas personales a Unicaja (conociendo su estilo de juego, por favor) mientras cargaban con 27 a los de Neven Spahija, me parece que la falta de respeto de la ACB hacia el Power Electronics no sólo es mayúscula si no hasta denunciable públicamente. Si las declaraciones tras el primer partido de Paco Raga, vicepresidente del Valencia Basket, me parecieron fuera de tono por estar hechas en caliente, calificando de "robo" y "auténtica vergüenza" el arbitraje perpetrado en la Fonteta, ahora soy yo el que acusa a la ACB de no estar interesada en que el flamante Campeón de la Eurocup pase por encima de un Unicaja muy venido a menos aquí y en Europa aún con su licencia regalada por la Euroliga. Claro, eso no vende, y si vende algo es negativo hacia la gestión del señor Bertomeu y de su dictatorial sistema de concesión de plazas para la máxima competición europea de clubs. Y la ACB traga. Y parece que obliga a tragar también a SUS árbitros -quien paga, manda-, que parece que a la primera de cambio han conseguido lo que querían a través de una huelga programada para el momento adecuado...
Y mientras, un equipo que ha hecho un auténtico temporadón, demostrando que vuelve a estar en la primera línea de fuego (y de juego) del baloncesto español, tiene que asistir al lamentable espectáculo arbitral ofrecido por la ACB durante 80 minutos para terminar fuera de la semifinales y viendo como un mediocre le adelanta por la derecha y con la Guardia Civil abriéndole paso. ¿Es ésta es la democracia y la igualdad de la segunda mejor liga del mundo tras la NBA? ¿O es que el marketing ya ha superado a la legalidad y la justicia a nivel deportivo? ¿En qué estamos dejando que se convierta nuestro deporte? ¿Acaso importamos los errores del fútbol y permitimos que el negocio prime sobre el espectáculo y la justa competición?