21 febrero, 2010

NI MESSINA, NI MESSINO: BARÇA, CAMPEON

Mucho se había especulado durante la semana previa a la Copa del Rey acerca de la sobrada experiencia del entrenador del Real Madrid, Ettore Messina, en este tipo de citas a nivel continental. La prensa madridista se encargó de ningunear a Xavi Pascual, otorgándole las mayores expectativas al italiano ante una más que previsible -y casi planeada, recordemos el indigno sorteo- final entre ambos. Los enemigos acérrimos, las mejores plantillas (de largo) de la ACB se vieron ayer las caras con un clarísimo favorito para todos excepto para los de siempre. Y ganó quien tenía que ganar: el mejor equipo (80-61). Ni Jaric, ni Garbajosa, ni Reyes, ni Prigioni -19 puntos entre todos- pudieron hacer nada para evitar la debacle salvo asistir como espectadores de auténtico lujo a una nueva exhibición del rodillo blaugrana, engrasado ya a la perfección para afrontar su verdadero objetivo en la presente temporada: la Final Four de la Euroliga. Lo cierto es que el Real Madrid le duró al Barcelona apenas diez minutos, y en el descanso Rubio y Vázquez ya se habían encargado de disparar la ventaja hasta los quince puntos (40-25); ahí se acabó el partido, ya no por la distancia, sino por las miradas de los contendientes. Mientras el Barça se encorajinaba en cada acción e incrementaba su defensa, el Madrid bajaba los brazos poco a poco deseando que pasara el temporal. Mientras Messina desesperaba ante el ridículo y se agarraba el mentón viendo como nada de lo que planteaba en la pizarra funcionaba sobre la cancha, Pascual dirigía la orquesta con sapiencia dejando que los músicos ejecutaran una perfecta sinfonía, sabedor además que éste no es sino otro paso más en lo que puede ser una temporada histórica para los azulgranas. El joven entrenador catalán -37 años- ha conseguido en apenas dos temporadas todos los títulos nacionales, demostrando que no sólo era el sustituto interino de Dusko Ivanovic, sino una apuesta de futuro a tener muy en cuenta. Me alegro por él. Primero, por ser 'producto nacional' proveniente de cantera (harto estoy de que los clubes españoles busquen fuera lo que tienen en casa, y que cada cual se aplique el cuento como quiera); y segundo, por su discreción absoluta otorgando en las celebraciones todo el protagonismo a su plantilla. De diez. Ni Messina, ni Messino: Xavi Pascual.

19 febrero, 2010

KRYPTONATE PARA LOS CELTICS

Me asaltan serias dudas acerca del intercambio con el que Boston ha apurado sus opciones de reforzarse antes del cierre del mercado de traspasos en la NBA. El increíble -por lo extraño- triple campeón del Concurso de Mates, Nate Robinson, recala en la franquicia de Massachussetts junto al rookie Marcus Landry a cambio de enviar a New York a Eddie House, J.R. Giddens y Bill Walker. En principio, parece una buena noticia y Danny Ainge no ha dudado a la hora de calificar al pequeño base como "uno de los mejores atletas de la Liga", así como de alabar su intensidad defensiva. Sin embargo, perder a House no es, personalmente, algo que me agrade. Cierto que estadísticamente 'Kryptonate' (o 'Ultra-Nate', que le llaman otros) aportará más saliendo del banquillo que House, pero no olvidemos que mientras el primero cursa su cuarto año en la NBA, el cuñado de Mike Bibby está más que graduado con diez temporadas, nueve equipos diferentes y un anillo de campeón. Es decir, que aunque Nate anota, asiste y rebotea el doble que Eddie, no tiene su valiosa experiencia ni su sentido del juego en equipo.

El fichaje de Robinson es, en mi opinión, un enigma de entrada, además de una posible bomba de relojería en un futuro a corto/medio plazo. No dudo de su calidad, basada en una extrema agilidad y potencia combinadas en un cuerpo hipertatuado de apenas 1'75 -oficiales-. Pero sí de su capacidad de sacrificio para asumir un rol muy concreto en una plantilla muy definida en cuanto a la titularidad, el estilo de juego y el reparto de minutos. Si se adapta a los planteamientos de Glen 'Doc' Rivers puede ser la kryptonita que catapulte a los Celtics hasta la Final de la NBA; en caso contrario, puede llegar a convertirse en el verde y translúcido mineral extraterrestre que debilite a Boston desde el banquillo. Me pregunto qué pasaría si Rajon Rondo cayera lesionado (Auerbach no lo quiera) y Robinson tuviera que salir de inicio... sin ningún otro base en la recámara. En cualquier caso, 'Kryptonate' ya es céltico y, como vimos en el All Star y el St. Patrick's Day, el verde le sienta muy bien.