30 abril, 2008

REGRESO AL FUTURO

Los que superamos ampliamente la treintena recordamos con un cariño especial aquella serie de películas que comenzaron en los años 80 en las que, gracias a un coche que podía viajar en el tiempo, se sucedían las más increíbles aventuras, siempre con final feliz. ‘Regreso al Futuro’ tuvo su éxito a pesar de tener como protagonista a un adulto (Michael J. Fox) haciendo de adolescente, de lucir en pantalla un vehículo que había sido un estrepitoso fracaso empresarial (De Lorean) y de saltarse las más mínimas leyes de la física con absurdas paradojas espacio/temporales.
¿Que por qué aludo a esta película en un espacio eminentemente deportivo? Sencillo. Pues porque, a veces, me gustaría poder retroceder en el tiempo para corregir o enmendar situaciones cuyas consecuencias se reflejan en el presente y permiten vislumbrar posibles pagos a futuro. Sí, se trata de periodismo-ficción, pero viendo cómo funcionan otros equipos y cómo lo hace, por ejemplo, el Pamesa Valencia, dan ganas de alterar la realidad y apuntarse a un guión de película.
En ese guión existiría una adecuada planificación del trabajo a realizar, partiendo de la potenciación de la cantera y estableciendo con el entrenador los objetivos mínimos de la temporada. Esos objetivos obligarían a cubrir una serie de necesidades de plantilla (fichajes) y generarían unos compromisos para directiva, entrenador y jugadores. Esta “idílica” situación -para nada cinematográfica- es la que acometen y desarrollan la mayoría de equipos de la ACB, y a unos les sale la jugada, y a otros no.
Si retrocedemos una década con nuestro De Lorean imaginario, comprobaremos que en aquella época tampoco es que se hicieran las cosas extraordinariamente bien (‘locuras’ de T. Beard, fichaje de J.A. Paraíso, ‘movida’ de C. Myers,…), pero el nivel de los rivales era mucho menor que en la actualidad, por eso que en las vitrinas del club haya una Copa del Rey y una ULEB Cup (además de por algunos méritos propios). Hoy la competencia es feroz, la planificación estricta, los fichajes espectaculares y la temporada muchísimo más intensa que en los felices años 90.
Desgraciadamente, el Condensador de Fluzo (un simple error de traducción originó un término hoy ya mítico) sigue sin existir y no podemos -de momento- alterar el continuo espacio/tiempo; por tanto, olvidémonos de corregir los errores del pasado y centrémonos en solventar los del presente, los que han conducido a que, en la actual temporada, Pamesa vaya camino de sumar un nuevo fracaso deportivo. Johnny Rogers, máximo responsable de esa parcela en el club, se sabe en el punto de mira, y de hecho en los alrededores de la Fonteta ya suenan interesantes nombres para sucederle. El futuro del club lleva pasando por sus manos durante varias temporadas, y quizá -al igual que en su momento Víctor Sendra- no sea la persona adecuada para seguir manejando el timón de la nave ‘taronja’. Y si, desde fuera, la mayoría somos capaces de verlo, no entiendo cómo todavía no se han dado cuenta en los despachos del Pamesa. Quizá porque siguen anclados al pasado.

(Artículo publicado en Nostresport el 28/04/08)

28 abril, 2008

IN MEMORIAM: JOSE LUIS TORMO

Escribo estas líneas en caliente, pues acabo de volver del funeral de un amigo y no me apetece reflexionar más de lo que otros ya han hecho. Ha fallecido José Luis Tormo, uno de los mayores profesionales de la historia de la radio valenciana y el hombre que me enseñó casi todo lo que sé acerca de este medio ilusionante, mágico y etéreo. Durante dos años, a principios de los 90 y siendo yo un pollo en esto del periodismo, tuve la gran fortuna de compartir estudios y muchas horas de trabajo con este maestro en la asesinada -por PRISA- Antena 3 Radio, y de él sólo guardo buenos recuerdos, tanto personales como profesionales. Ayer, al leer las esquelas, no podía dar crédito. Hoy, viendo las reacciones en la red, he empezado a asumirlo. Los panegíricos ya han comenzado a sucederse, y es acostumbrado que todo sean parabienes en la hora de la muerte, pero el caso de José Luis es ejemplar. Decenas de compañeros de diferentes medios y tendencias coincidimos en destacar su tremendo amor a la radio. Yo siempre he dicho que Antena 3 fue una escuela para toda una generación de periodistas, pues me siento orgulloso de haber pasado por allí y haber mamado radio de gente como Tormo. De hecho, afirmo que no "trabajábamos" en radio, si no que "hacíamos" radio; desde 'El primero de la mañana' hasta 'Polvo de Estrellas', pasando por 'Viva la gente de Valencia' o los informativos de otro grande, Bernardo Guzmán. En mi humilde opinión, José Luis Tormo era el último grande de la vieja escuela radiofónica; perfeccionista, inteligente, obsesionado por los guiones y la compenetración con la parte técnica, con una vasta cultura musical, muy buen escritor y con un soberbio sentido del humor... en definitiva, un genio ante los micrófonos. Daba igual si narraba durante cuatro horas de riguroso directo una Ofrenda a la Virgen sin repetirse (era hombre de recursos) o preparaba con exquisito mimo una dramatización sonora de apenas diez minutos para una matinal de domingo. En castellano y en valenciano, daba igual. En COPE o en Ràdio 9. Y en El Mundo. Donde fuera. Pero donde más se le echa de menos es fuera de los estudios. Y me quedo jodido por no haber podido degustar con él una paella que teníamos pendiente desde hace meses. Y porque ya no podré volver a escuchar su voz cálida, amable, potente, modulada y cargada de razón que tan buenos consejos me ha dado en estos casi veinte años de profesión. Muere un hombre. Nace un mito. Hasta siempre, José Luis.

23 abril, 2008

THE RING

"Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra. Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras. Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras" Vale que no es éste el Anillo por el que ya luchan 16 franquicias de la NBA, pero vale igualmente para reflejar el esfuerzo de 82 partidos de Regular Season en casi 6 meses de competición. La mayoría de los analistas estadounidenses apuestan por una Final Boston Celtics-L.A. Lakers para recuperar el espíritu (y el tirón publicitario/mediático) de los años 80, y de hecho pienso que es lo que más le interesa a la NBA y a su sempiterno comisionado, David Stern, pero yo no lo tengo tan claro. Aunque la Conferencia Este sólo tiene -en mi opinión- dos candidatos firmes (Boston y Detroit), la cosa se complica en el Oeste, con L.A., New Orleans, San Antonio y Phoenix (sí, los Suns con la gorda en medio de la zona) en liza. "Mucho había que se ha perdido"
Así lo afirmó Galadriel y puede identificarse perfectamente con la travesía del desierto de los verdes hasta la presente temporada. Pues bueno, ya es hora de reclamar lo que históricamente es nuestro, de reivindicar el orgullo céltico y sacar a pasear al leprechaun que llevamos dentro para conseguir el ansiado anillo. Y si es contra los Lakers de 'Golum' Bryant y Sauron Gasol, mejor que mejor.

15 abril, 2008

LA IMPORTANCIA DE TENER UN PIVOT (y más...)

Ante todo, pedir disculpas públicas por tardar tanto tiempo en volver a escribir, pero mi vida laboral y personal han andado un poco ajetreadas últimamente; también, quizá, porque la última entrada fue tan memorable que, siendo sincero, no sabía si estaría a la altura. Dicho esto, procedo a centrarme en lo que me reconcome desde la noche del pasado jueves.El Pamesa Valencia palmó -como estaba previsto, vaticinado y archisabido de antemano- ante el DKV Joventut en los cuartos de la Final Eight de la ULEB CUP. Partido nefasto de los valencianos desde el punto de vista táctico, técnico y físico. Mal preparado, mal planteado y, desde luego, muy mal resuelto. Sí, estoy siendo muy crítico con Pamesa porque son muchos años viéndolo, comentándolo y analizándolo de modo profesional; pero también como aficionado creo que puedo permitírmelo. Vayamos al encuentro. Lo que te mata no es Rudy (ya estaba lesionado ese día) ni Ricky, ni Mallet; lo que te mata es el juego interior de la Penya, con un Aíto manteniendo los 40 minutos en cancha a -al menos- un mostrenco de más de 2'10 (Sonseca, Jagla, Moiso, Popovic), mientras tú, pobre Pamesa, sólo puedes contrarrestar con la nulidad del nefasto Garcés, el 'enano' (1'98 y gracias) de Milojevic, la eterna incertidumbre de Miralles, Claver (¡ES UN 'TRES', POR DIOS!) y apenas 9 minutos de Barac. ¿Que no? Veamos los números.
Juego interior del Joventut: 32 puntos, 18 rebotes y 8 tapones.
Juego interior del Pamesa: 14 puntos, 15 rebotes y 2 tapones.
¿Hay preguntas? ¿No? Gracias. Sigo. Si añadimos que Rubio capturó 7 rechaces en las barbas de Garcés (como en la imagen de arriba) entenderemos más cosas. A tenor de lo visto hasta ahora, está visto que la directiva y la organización deportiva del club 'taronja' no han actuado bien esta temporada (temporada ya perdida, advierto, pues caerán en primera ronda de los playoff de la ACB sea quien sea el rival). Primero renuevan a Garcés, luego les cuelan a Rebraca, se lesiona Vule y siguen sin fichar un pívot titular (Barac es un 'rookie' temporero), se descubre el pastel del serbio, se palma a la primera en la Copa del Rey y en la ULEB Cup... ¿y ahora qué, señores Llorente y Rogers? ¿Otro añito más en la segunda división europea con jugadores de segunda fila y la afición -cada vez menor- cabreada en la grada? ¿O de nuevo promesas sin que rueden cabezas? A Roig le costó varios años entender que Sendra era una rémora -y de hecho le costó hasta el cargo de presidente-; quizá habría que ir pensando que, a lo mejor, Sendra no era el único lastre que había que soltar. Johnny Rogers se sabe en el punto de mira, y por los pasillos de la Fonteta ya suenan nombres para sustituirle.

06 abril, 2008

CUMPLEAÑOS FELIZ

Ya está. Ya pasó, ya pasó. Aquieta tu mente sin pensar en los que no han estado (un abrazo a Aitor, Alex, Manolo y Mario) y céntrate en los que sí. No hemos sido muchos, pero sí hemos sido buenos; vamos, los mejores que uno puede desear tener a su lado cuando cumple 38 añazos. Afortunadamente, no hay -que yo sepa- imágenes que ilustren la noche (y eso que mi cuñado es fotógrafo profesional), hecho que se agradece ya que la torrija ha sido, en mi caso, monumental. Prueba de ello es que son las cuatro y media de la manaña del día de mi cumpleaños y aquí estoy escribiéndoos. Entre los regalos, un libro de serie limitada acerca del universo 'Star Wars' (los que me conocen saben lo friki que soy en este sentido) y varios juegos de la Play (ídem de friki aunque sin tiempo para ello), amén de unas gafas nuevas regalo de mi mujer. Antes, opípara cena en el muy recomendable 'Cádiz, 70' regada con Les Alcuses sobre chuletón de buey al punto y cerrada con Coulant de chocolate con helado de vainilla. Durante, todo el Santa Teresa con cola que mi hígado y la excelente barra de 'Barrio, 5' -gracias, Amadeo- han permitido. Ahora, pacharán con hielo antes de enfilar el camino de la cama. Y no, no tengo ningún problema con el alcohol. Mientras haya, no. Treinta y ocho años a mis espaldas. Se me acaba la adolescencia, joder. Y sí, soy un puñetero sentimental. Gracias a los que estáis ahí. Y un beso a todos.